La Rueda es figurativa, en efecto, de movimiento, acción, dinamismo. Así se caracteriza la filosofía fundamental de los Santuarios del Oriente.
La Rueda figura en nuestro geograma con ocho rayos, en cada uno de los cuales se halla una inscripción correspondiente al Óctuple Sendero de la Liberación, de Oro, o de los Arryas. Es decir, las condiciones que hacen al individuo apto y competente para lograr la Emancipación final de la Vida, o digamos para apurar el motivo de la existencia. Es por lo tanto el medio activo, práctico, pertinente, para lograr el Nirvana, o sea la integración dentro de lo Esencial, por medio de las experiencias de la vida.
Como aparece en este esquema ideográfico, estos medios son[1]: La Comprensión, la Actitud Mental, la Elocuencia, la Acción, la Vida, el Esfuerzo, la Recolección y la Meditación en formas APROPIADAS. Volveremos a insistir sobre este particular en otra oportunidad, analizando una a una estas condiciones, que juzgamos indispensables para el logro de la sabiduría, de la felicidad, o de la gracia, según el lenguaje filosófico que se quiera hablar. Lo evidente, en todo caso, es que estas condiciones son escalonadas siguiendo una formación esquemática metódica, que permite realmente una formación del carácter y una trasformación paulatina del individuo tal como es indispensable para alcanzar la meta de las aspiraciones Humano-Divinas.
En el centro aparece un cuadrángulo con la cifra 29. El cuadrángulo aparece parado, significando su perfecto paralelismo y lo trascendental de sus designios. 29 significa los elementos componentes de la voluntad en matemática filosófico- psicológica . La voluntad, implica esto, es la fuerza regidora de la vida; casi lo que quiso decir el filosófico alemán Schopenhauer, con la diferencia de que se trata aquí del esfuerzo volitivo mental menos el factor “imaginación” o ilusión.
En el primer círculo, aparecen doce divisiones, cada una con una inscripción específica. Estas aluden a los elementos de la “Ley de Originación Dependiente”, o sea el fenómeno vital de transformismo biopsicológico.
Esto se explica de la siguiente manera: KARMA produce ignorancia; IGNORANCIA provoca aprehensión; APREHENSION produce conciencia; CONCIENCIA produce forma; FORMA provoca sentido; SENTIDO produce contacto; CONTACTO provoca sensación; SENSACION produce anhelo; ANHELO provoca personalidad; PERSONALIDAD produce nacimiento; NACIMIENTO provoca decaimiento; DECAIMIENTO produce KARMA. He ahí la clave de la vida según su composición psico-filosófica de acuerdo con la Sabiduría tradicional.
Este círculo está dividido en cuatro partes iguales, dando a conocer así que todas estas experiencias vitales se dividen en cuatro grandes grupos, que vienen a ser las Cuatro Grandes Iniciaciones Esotéricas.
El circulo exterior lleva 52 divisiones, que representan a su vez las partes componentes de la mente, según las matemáticas filosófico- psicológicas de los santuarios.
Swami Jñanakanda
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