viernes, 7 de octubre de 2011

CULTIVAR LA MENTE


“Tenga el valor moral de admitir sus propias flaquezas lo mismo que sus méritos y virtudes, y sobre todo no le tenga miedo a la verdad, y aprenda a enfrentase consigo mismo” K.H.


Es indispensable cultivar la mente. Si no lo hacen no lograrán gran cosa. No lograrán ser maestros de las circunstancias, no lograrán dominar las leyes de la naturaleza, no lograrán vivir según su voluntad y su ideal.

Demasiada gente en este mundo prefiere vivir como animales sin cultivar el mental, vivir automáticamente como animales según sus deseos e instintos. Es propio de mentes débiles procurar creer que todas las buenas cosas de la vida les van a llegar por golpe de suerte, como por encanto, o por obra de magia o a causa de la Bondad Divina, o bien por intervención de entidades astrales o fuerzas del mundo invisible.

Conviene estudiar esto bien porque ni Dios ni ninguna entidad o fuerza de los planos invisibles pueden ayudarnos por encima de nuestra capacidad de conciencia. Ninguna potencia extraña fuera de nosotros puede darnos más de lo que tenemos ya, más de lo que somos en conciencia, o más de lo que somos capaces de producir en conciencia, mentalmente y espiritualmente.

Cada individuo, cada uno de nosotros, constituye de hecho y representa la medida de sus posibilidades según sus propios esfuerzos de conciencia. En otras palabras, ni Dios en persona, ningún espíritu superior, ninguna entidad invisible, ninguna fuerza elemental de los cultos mágicos conocidos, pueden darnos más de lo que nosotros mismos somos capaces de darnos.

La vida es esfuerzo, energía en acción y no favores de entidades invisibles o de alguna divinidad. Debemos Cultivar la Mente para precisamente utilizar nuestros propias fuerzas internas y desarrollar facultades o virtudes que aumentarán progresivamente la capacidad del mecanismo o de la función de la conciencia. Así que no busquemos afuera lo que tenemos por dentro de sobra.

Si seguimos esta lección no caeremos en errores más adelante.

Maestro Kut Humi Lal Singh
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario